Cervantes y Sevilla

Actividad 1

Vamos a ver un vídeo sobre la relación del escritor Miguel de Cervantes con Sevilla, pero antes ¡debes conocer vocabulario básico con estos ejercicios interactivos!

Actividad 2

Mira el vídeo. Es un fragmento del programa de televisión Andalucía Directo, de Canal Sur.
¡Durante el vídeo hay notas interesantes para aprender más!

Actividad 3

En el vídeo aparecen los principales tiempos de pasado (pretérito perfecto, pretérito indefinido, pretérito imperfecto) y otros recursos para hablar del pasado. ¿Qué función tienen en cada caso? Elige la respuesta correcta.

Transcripción del video:

…Que medio mundo está hablando de que al fin se han encontrado, parece ser, lo que son los restos mortales de don Miguel de Cervantes, el autor del Quijote en un convento de Madrid. Lo que mucha gente olvida es que Miguel de Cervantes estuvo parte de su vida, veinte años, ni más ni menos, que en Andalucía, en Sevilla. Miguel de Cervantes estuvo preso aquí, y aquí vivió. Aquí fuera recaudador de impuestos. Aquí convivió con muchos ciudadanos de la época y aquí empezó a escribir El Quijote. ¿Saben ustedes lo que hay hoy en día en el lugar en el que Miguel de Cervantes empezó a escribir El Quijote? Mírenlo:

– Cervantes vivió unos veinte años en Sevilla. En una Sevilla que era el centro del mundo en aquel momento. La llamaban “la nueva Roma”, “la nueva Babilonia”… Tienes que pensar que era una Sevilla auténticamente increíble.

– Eso era la Casa de la Moneda en aquel entonces.

– Efectivamente. Es donde venía, bueno, pues todo el oro que venía de todas las partes del Imperio… Ahora estamos en la calle donde se alojó por primera vez en Sevilla. En mitad del barrio de El Arenal, al lado de donde estaban, bueno, pues ambientes de todo tipo; un ambiente… al lado del puerto, bueno, imagínate qué te digo…

– De mujeres, ¿no?

– También había… – También había…

– ¡Ay… cómo era ese Cervantes…! Y ¿a qué se dedicaba en Sevilla?


– Bueno, realmente él se dedicaba a recaudar fondos para la Corona. (En) aquellos años se están recaudando fondos para la Armada Invencible. Y él también recuerda aquella Sevilla de los bajos fondos, donde están los pillos… Y tiene varias novelas, una de ellas, Rinconete y Cortadillo, donde encontramos, pues, varios elementos cerámicos en la ciudad, como este que tenemos aquí. Cervantes va a describir también algunos de los elementos más importantes de Sevilla y, como no, la Giralda y el Giraldillo. De hecho, en el primer tomo de El Quijote, hace una de las descripciones más magníficas (si no la mejor) que se ha hecho nunca de, bueno, de esta giganta que representa el triunfo de la fe católica.

“Una vez me mandó que fuese a desafiar a aquella famosa giganta de Sevilla llamada la Giralda, que es tan valiente y fuerte como hecha de bronce, y sin mudarse de un lugar, es la más movible y voltaria mujer del mundo”.2:39.748
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– Le veo que está mirando usted esa placa de Cervantes. ¿Sabía que estaba aquí?

– Pues no lo sabía, no.

– ¡No lo sabía!

– No.

– ¿Y tampoco sabía que hacía referencia en El Quijote de esa manera tan bonita a la Giralda?

– Tampoco lo sabía.

– Pero cosas que no sabemos y estamos aquí.

– Hay cosas muy interesantes que no sabemos.

– Ni cien metros y ya tenemos otros azulejos que hablan de Cervantes.

– Sí, hay mucha referencia a las Novelas Ejemplares y en El rufián dichoso habla de este lugar, que era importante.

– Aquí, sí.

– Era… esto era el antiguo ayuntamiento de Sevilla, el corral de los Olmos.

– ¿Usted sabe la relación que tuvo Cervantes con Sevilla?

– Yo sé que Cervantes estuvo encerrado en una cárcel aquí, que estaba en la calle Sierpes. Ya está.

– Creo que ahí fue donde inició El Quijote o no sé si lo terminó.

– Y era… y era el que recogía dinero, ¿no? Era el recaudador, ¿no? recaudador de… de Sevilla.

– Aquí es donde se escribe el primer tomo del libro más universal de la literatura española que es Don Quijote.

– Esta es la antigua Cárcel Real.

– Efectivamente. Y durante un año estuvo Cervantes en la cárcel, en esa puerta dorada, que la tenemos aquí al lado, que daba a la calle Sierpes. “Puerta dorada” porque, según el dinero que se daba, pues te ponían una mejor o peor celda.

– Bueno, ahora, dinero da, porque hay un cajero. Hay cajero. Ya… no es la cárcel, pero da dinero, al que puede.

– Sigue la misma relación, efectivamente.

– ¿Sabía usted que se escribió aquí el primer tomo de El Quijote, que esto era la cárcel donde estuvo Cervantes.

– Ahá… Vale, vale. Pues tú respondes mejor que yo…

– ¿A que nunca nunca se lo han contado las veces que ha venido a Sevilla?

– Pues no, señora, que no me lo han contado.

– Y ¿a que le ha gustado saberlo?

¡Hombre, por supuesto! Todo lo que sea saber es buenísimo.

– Hombre, ahora es un banco, pero aquí se gestó El Quijote.

– Pues… es una cosa interesante de saberlo.

– Me queda claro que Cervantes se enamora de Sevilla, pero no sé si de una sevillana también.

– Bueno, se enamora de muchísimas, igual que Lope de Vega, ya que en aquella época eran muy…

– ¡Mujeriegos…!

Mujeriegos, eran muy mujeriegos. De hecho, va a tener una hija ilegítima llamada Isabel…

– Muchísimas gracias, Florencio.

– De nada. Muchísimas gracias.

– Habrá una segunda ruta y tendrán que verla otro día.

– Hasta ahora.

– Pues ya lo saben. Donde Cervantes empezó a escribir El Quijote fue en Andalucía. Y ahí lo que hay ahora es un cajero, un cajero.

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